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El pasado 7 de octubre, en la Fundación NSI realizamos una sesión de cinefórum en la que vimos la película Los dos hemisferios de Lucca, basada en hechos reales.

Se trata de una historia conmovedora e inspiradora que, a medida que avanza la narración, muestra la lucha incansable de una madre por encontrar una terapia eficaz que ayude a su hijo, nacido con parálisis cerebral severa. Ella se siente muy responsable de su situación, y en esta travesía titánica el padre —también lleno de amor por su hijo— intenta mantenerse más calmado y objetivo, pensando además en el sustento económico y la estabilidad de toda la familia.

Junto a ellos está Bruno, el hijo menor, que desde su mundo infantil busca siempre ayudar a su hermano Lucca.

En México parece que ya no hay esperanza para el niño, pero surge una nueva e inesperada posibilidad de mejora desde la India, a través de una máquina y una técnica de estimulación neuronal. La familia entera se lanza a la aventura de aprovechar esa nueva esperanza para la recuperación de Lucca. Un camino lleno de burocracia, protocolos, trabas e intereses creados… pero que, al parecer, también demuestra ser una técnica real y efectiva, no solo en la pantalla.

Tras ver la película y reflexionar juntos, pudimos identificar varios valores humanos que se reflejan claramente en la cinta, como, por ejemplo:

· La constancia y la persistencia: la madre nunca se rinde, siempre busca alternativas y posibilidades para la recuperación de su hijo.

· La fe y la esperanza: los padres mantienen la confianza en que su hijo puede mejorar.

· El pragmatismo: el padre se muestra realista y objetivo, pensando en la economía familiar y el bienestar de todos, incluido el niño.

· El sentimiento de culpabilidad: la madre se siente responsable de la situación de su hijo.

· El poder del dinero y el egoísmo: cómo prevalecen los intereses personales, corporativos y económicos sobre el bien común, incluso en temas tan importantes como la salud, la vida y los sentimientos.

· El cariño y la unión familiar: el apoyo incondicional del padre, la cuidadora y el hermano.

· La resiliencia: presente a lo largo de toda la película; a pesar de las dificultades, la familia nunca se deja vencer por los obstáculos.

· La fuerza física y mental: el enorme esfuerzo de los padres por conciliar su vida profesional con el cuidado de su hijo, demostrando una fortaleza admirable.

· El negocio de la salud: se pone de manifiesto lo difícil que resulta que los tratamientos innovadores reciban apoyo y lleguen a todos; muchas veces se da más importancia a los protocolos que a los resultados empíricos y visibles.